Erase una vez la Tierra

...si amas a alguien.

Pensar en esa persona te hace sentir bien. No necesitas decirselo a nadie. A ella tampoco.

Su punto de vista no es un misterio, simplemente le preguntas cual es. Sin prejuicios ni miedo, lo aceptas.

Su entorno familiar adquiere tanto relieve como el tuyo. Ves a su familia a traves de sus ojos. Y tambien de los tuyos. Hablas abiertamente de ello, y si algo no te gusta no genera un problema. Asumes que sus amigos son mas familia en ocasiones que la familia biologica. Haces lo mismo en tu vida. Actuas en consecuencia.

Comprender sustituye a perdonar en tu vocabulario. Aceptar a aguantar. Debatir a pelear. Tener compasion a sentir pena. Desaparece la tolerancia. En lugar de ella la sinceridad allana los caminos de la asuncion de falibilidad. La humildad llega a tu vida.

Dices yo y tu, pero no nosotros. Hablas solo por ti mismo. Dejas que el otro diga lo que piensa sin traducirle a los demas.

No admites que se perjudique a si misma sin explicarle tu punto de vista. En ningun aspecto, ya sea fisico, quimico o emocional.

Hablas de esa persona con tu entorno. No la escondes, no la reservas, no la proteges. Le permites que se presente a si misma a su manera.

Sacrificas cierto bienestar por ella. Se lo dices, y aceptas una compensacion por ello si te lo propone. Esa persona disfruta con ese intercambio que se produce a menudo en ambos sentidos. Si la balanza se desequilibra y uno de los dos lo comenta, no se genera rencor por ello, ni se guarda para luego. Simplemente se habla el tema y se resuelve.

Hablas para entender, no para exigir o para quejarte. La queja desaparece de tu estilo de conversacion. El reproche y el enfado siguen el mismo camino. La reflexion y el reajuste continuo de los flujos de accion que te hacen sentir bien los sustituyen.

Te dedicas suficiente tiempo como para no necesitar que te dedique todo su ocio. Le pides que haga lo mismo.

Aumentas tu capacidad de amar, y amas a mas personas en lugar de a menos cada vez. Tu circulo se amplia.

Toda tu conversacion trata de ser asertiva. La negatividad o la presuposicion de mala intencion desaparecen de los canales de comunicacion entre vosotros. Y ese efecto se comienza a extender a todo vuestro entorno.

Tratas igual de bien a esa persona que a las demas. Esa persona se da cuenta, lo valora y lo agradece. Y lo reproduce.

Piensas bien, y aciertas. Piensas mal, y acabas descubriendo que no tenias suficiente informacion. Esto se repite hasta que primero preguntas y luego juzgas. Si se repite lo suficiente dejas de pensar mal a priori de nada en la vida. Comienzas a darte cuenta de todo lo que desconoces. Te sientes tan pequeño que los demas empiezan a decirte que eres muy grande.

Coges su mano como si fuera de cristal. La acaricias como si pudiera romperse. La calientas como si estuviera congelada. Te sientes en sus dedos. Te haces espejo de sus movimientos. La tratas como un embajador de su interior que se expresa a traves de ellas. Su mano en tu mano descansa, juega, reposa y se mece. Tu mano en su mano se siente ajena, se siente observada por ti mientras reacciona a sus movimientos e intenciones como si no formase parte de ti. No hay presion, guia, sujeccion, atadura. Las manos fluyen como liquido entrelazado. Te das cuenta de que el baile que realizan sintoniza con vuestros pensamientos. Se lo dices y sus manos son las que afirman la respuesta.

Miras a esa persona como si no estuvieras alli. Te haces testigo sin conciencia. Y eso te da la consciencia de su realidad separada de la tuya.

Escuchas e interactuas con esa persona en cada palabra. Eres capaz de seguir el hilo de su pensamiento justo un segundo despues de escucharla. Pero nunca anticipas lo que no te dice. Aprendes a ser paciente y frenas tu deseo de completar sus frases aunque las pudieras finalizar todas.

Le das el mismo valor a su silencio que a sus palabras. Y escuchas ambos con la misma atencion. Haces lo mismo con la musica, y comienzas a extender ese efecto de atencion plena al resto de tu vida. El ruido o su ausencia y sus incoherencias comienzan a desaparecer sustituidos por un ritmo propio que no conocias. Escuchas por primera vez al mundo. Te hace sentir tranquilidad, como si todo estuviera bien desde hace tiempo. Solo que tu no lo sabias.

Dejas de pensar en espaciotiempo cuando enfocas a esa persona. No importa donde este, como o con quien. La sientes viva como parte de ti. Entra en tu vida aunque ya fuera parte de ella, no por una premeditacion o destino, que aprendes a superar como conceptos reales y por fin comprendes como simples proyecciones del ego. En lugar de ello, observas por fin el fino hilo comun del que esta entretejida toda vida con la que tomas contacto.

La distancia os une instantaneamente. Estar tan unidos que no hay espacio entre vosotros os separa de vuestros propios cuerpos hasta que podeis desprenderos de los sentidos para captaros, y solo estais ahi, presentes, sin necesidad de comunicacion o contacto, desde dentro del contacto pleno. El cielo y la tierra dejan de ser algo diferente. Y empezais a poder sentirlo en todo momento.

Evitas pensar en que puedes quitarle su libertad de accion con suficiente constancia como para que te parezca imposible hacerlo. Descubres que tu libertad y la suya no tienen fronteras ni requieren de leyes. Simplemente se acoplan solas, en un ejercicio de sentido comun que por fin se expresa a si mismo con coherencia. A esa expresion la llamas "comunicacion". Y pasa a ser la bisagra sobre la que bascula toda interaccion. La engrasas a diario para que no chirrie. Desde el otro lado del columpio, esa persona te sonrie mientras es consciente de lo que haces. Reis juntos recordando el tiempo en que pensabais que el columpio era una puerta opaca que empujar. Ahora aprovechais el impulso para subir siempre mas alto, bajo el sol, mientras vuestras miradas os unen cada segundo del trayecto hacia el cielo.

El llanto y la risa se comparten y sienten igual de necesarios. La comprension del otro se convierte en el canal de toda comunicacion. El descanso de la soledad en simultaneo a la aceptacion de esa realidad unica, la de que solo podemos estar solos, dejan de contradecirse. Pasamos a estar solos dejando de estarlo permanentemente. Aprendemos a llevar en el interior la esencia del otro y comprender que siempre fue asi.

Relajas tus ideales. Disminuyes tus pretensiones. Valoras el sentido de cada minuto y su aportacion global. Enfocas las acciones como subconjuntos de sistemas complejos, y tratas de buscar sentido al sistema en lugar de a cada accion por separado. Compartes y difundes los resultados que descubres. Tu empatia con esa persona aumenta y se fortalece cada vez que se eleva la comprension del sistema complejo que os une. Y tambien del sistema opuesto, complementario y permanente que os separa.

La suerte y la supersticion desaparecen. Te haces merecedor de la comprension de tu propio poder sobre cada instante. A partir de un momento determinado, aceptas tu responsabilidad sobre tu vida y su resultado. Erradicas de tu sistema de valores la posesion de objetos como medio para la felicidad.

Asumes la posibilidad, mas tarde la certeza y luego descubres sin participar de ello con una valoracion de su veracidad, la realidad inherente a la vida. Consiste en reconocer su sentido implicito e independiente de tu opinion. Asumes tambien que ese sentido de la vida es intrinsecamente imposible de comprender, porque supone abarcar todos los caminos de asimilacion de forma simultanea. No lo llamas misterio, no le atribuyes un poder especial, no lo elevas misticamente. Simplemente aceptas que tu eres vida, el otro es vida, y lo dejas asi. Y sientes paz por primera vez de forma absoluta.

A traves de tu amor por esa persona, descubres que amas lo que la ha convertido en lo que es, lo bueno y lo malo. Lo facil y dificil, su sabiduria y su ignorancia. Aceptas su vaso vacio, y usas tu vaso vacio para llenarlo. Ambos vasos se desbordan.

...te das cuenta de que antes de amar a una sola persona no amabas a nadie, ni a ti mismo. Y despues de entenderlo, no puedes evitar amarlo todo. Y tu vaso por fin se vacia del todo para desbordarse simultaneamente en un ciclo que por fin comprendes. Y te relajas alcanzando la paz contigo mismo.