Contactos con tacto

(reflexion que estuve a punto de enviar a un periodico local en fecha 26/9/2007. Asi ahora vera la luz, al menos...)

Hace poco descubrí otra forma de comunicarse, que muchos ya conocen y a algunos les ha cambiado la vida. Se llaman Paginas Web de Contactos, intercambio de amigos o cualquier otro sinónimo que trate de dulcificar el verdadero motivo de su existencia. La soledad que nos corroe desde que tenemos uso de razón. Es extraño reconocer en otros algo tan intimo, pero tan proclamado a gritos por este Internet nuestro cada día menos ajeno, por suerte o desgracia. Me considero acorde a mi tiempo, pero en el fondo sigo siendo un romántico al que le gusta pensar que existe un concepto de Amistad capaz de superar esa soledad mas compañera en nuestro camino de lo que a veces debiera.

Acelerados y agobiados por la hipoteca, las facturas del móvil y lo poquito que queda para el verano y no me he apuntado todavía al gimnasio, esta vida nos consume como un cigarrillo a escondidas en el lavabo de la oficina, y nadie se lo prohíbe. Las leyes anti-soledad todavía han de esperar su turno, todavía ha de surgir la asignatura “Hacer amigos” en los colegios, todavía ha de crearse el premio Nóbel de la Amistad para aquel que haya explicado mejor y mas acertadamente en que consiste un amigo, y como se consiguen los que duran y duran.

Pero que hago yo hablando de amigos y paginas de contactos. Que tendrán que ver, digo yo. Si para echarte un novio, un rollo, una historia fugaz, con dar el móvil en una pagina de estas ya lo tienes todo hecho. Solo hace falta establecer las condiciones para el intercambio... de fluidos. Triste y desapasionado, por mucho ardor y desgaste de teclado que le pongan, el flirteo por Internet se ha convertido para pesar de muchos y alegría de los menos, en la única vía para conocer a gente “afín”. Es decir, que te mole su foto y que lo que diga sea suficientemente picante para llamarte la atención. Después de leer unos trescientos perfiles de señoritas de  variadas edades, uno ya bizquea al detectar a otra “amiga de sus amigos” y “extrovertida y con facilidad para hacer amigos”. Si así fuese, no tendría sentido siquiera pensar en esa pagina. Y mucho menos buscar al hombre de su vida. Pero hay algo mas, que se adivina tras todas las sonrisas, tras todas las palabras cuidadosas, que parece asomar y decide tomar forma en algún comentario irónico de los que, quemados ya por la fricción con este mundo de caucho y gasolina, traspasan la pantalla y conectan con la realidad de tu entorno. Todos saben que están ahí buscando algo mas de lo que tienen. Que lo que tienen no lo han elegido. Que los amigos de siempre no les entienden. No les apoyan. No les quieren por quienes son, sino por donde han tenido la coincidencia de acabar. Amigos de costumbre, los llamo yo. Esos amigos estupendos del trabajo, de la facultad o del colegio, en quienes con el paso de los años todos nos hemos apoyado. Esos en quienes depositamos esperanzas de compartir nuestra vida y que no pocas veces nos decepcionan, y no pocas veces nos salvan de nosotros mismos. Esos que siempre existirán. De entre los que buscamos nuestra pareja, o de entre los que NUNCA buscaríamos nuestra pareja. Los amigos de toda la vida, generados por el roce diario.

Pero eso va a cambiar, señores, señoritas y niños que ya deberíais leer esto. Al menos eso proclaman la existencia, auge, potencia, poder de seducción y panacea emocional que estas paginas Web nos prometen.

Euros a noventa? Puede ser, pero leamos entre líneas, sigue siendo un gran negocio, el negocio del amor  en estas frente a la chica adecuada (o inadecuada). Siempre se harán amigos entre los que nos rodean, pero también, y he aquí la novedad, van a surgir otra clase de amigos hechos de una pasta diferente. Los que SELECCIONAMOS con total libertad, a clic de ratón y sin remordimiento ninguno.

Amigos sin compromiso de roce ni conocimiento diario, con la exclusiva etiqueta de “recién hecho” y “a medida” amigos por afinidad y por voluntad de abrirte a otros, y, esperemos, amigos por fin ELEGIDOS.

Estoy a favor de las elecciones y sus resultados. Estoy a favor de aprender de las caídas y de la existencia de baches personalizados para la altura que cada uno crea tener. Estoy a favor de que elijamos todo lo que podamos, y nos hagamos RESPONSABLES de esas decisiones. Estoy a favor de la amistad selectiva, y también del siguiente paso lógico de la evolución personal, la amistad INDISCRIMINADA. Cuando eres amigo de todo el mundo mientras no se demuestre lo contrario, caminas con otro aire por la vida.

Cuando tu amistad ha de destruirse para demostrar que estaba equivocada, y sigues sonriendo a pesar de todo, demuestras mas madurez que los asustadizos niños adultos actuales, encerrados en una coraza de “solo con los de siempre” que al final acaba en amargura al darte cuenta de que los de siempre no tienen ni idea de cómo eres en demasiadas ocasiones. Estoy a favor de la igualdad entre la amistad y el libre albedrío. Elijo a mis amigos, pero elijo ser amigo de todos los que se dejen. Soy selectivo, pero con la conciencia tranquila porque no deseo ningún mal a quien no doy mi amistad.

Y el gran salto se produce. Encuentras a una amiga por Internet que es casi perfecta. Mismos gustos, aficiones, sensibilidades. Misma cultura, o diferente, pero con puntos de unión reconocibles. Misma edad, o al menos misma madurez emocional, capaz de unir diferentes rangos a pesar de lo distintas que son entre si las ultimas generaciones por lo rápido que evoluciona la sociedad que las genera. Mismas apetencias, confirmadas por horas de chateo en las que la química se hace bits que vuelan de un ordenador a otro y son reinterpretadas por nuestros esperanzados ojos en busca de una conexión menos fría que la pantalla y el ojo que nos mira. Mismo destino, el de hacer física una unión que se nos antoja mística en ciertos momentos, y otros no pasa de mera fantasía diluida por desilusionantes primeros últimos encuentros. Mismas esperanzas desesperanzadas de encontrar algo que la propia búsqueda hace menos firme, menos real, menos definitiva pues solo hay que hacer clic para pasar a la siguiente tentativa de felicidad. Mismo deseo de perpetuarnos en el otro, de ser su prolongación y su camino, su compañía y su apoyo, pero sobre todo mismo deseo de que lo sea nuestro.

Y el encuentro llega. Y la frustración acecha cada mirada, esperando su oportunidad de decir “ves? Te lo dije, ya me parecía a mi muy simpático chateando... otro tiburón mas...” . Y la ilusión trata de cerrar tus ojos y tus oídos, te aferras a lo que sea para mantener la esperanza de que por fin sea este chico el adecuado. De que esta chica este a la altura de tus expectativas.

Y por fin, conectas. En todos los sentidos. Y das gracias a Internet, a Bill y a sus colegas, y no te importan los kilos que se embolsan las paginas de contactos, ni las compañías de comunicaciones gracias a ti. Todo es poco para agradecer haberlo encontrado.

Me resulta irónico pensar que a lo mejor habrías encontrado alguien afín si buscases a tu alrededor exactamente con la misma escrupulosidad y objetividad que haces en Internet. Si dejases aparte el tema del flechazo y te concentrases en el PERFIL real que cada uno expone a la vida. Si buscases en la vida real lo que se supone es tu prioridad en la web. Es decir, si buscases AMISTAD y de ella surgiese el verdadero AMOR. No es tan difícil. Solo hay que hacer caso a los inteligentes y hábiles diseñadores que han generado patrones de búsqueda y métodos de selección que ya encontramos habituales. Si buscas por color del pelo vas mal encaminada/o. Cambia la perspectiva. Elige gustos, afinidades, intereses, pasiones. Enseña los tuyos, abre tu perfil cada día, en la web y fuera de ella. Tira tus barreras y las contraseñas de acceso a tu sensibilidad, y se parte activa del mundo. De repente todos te verán como eres, y no como pareces. De repente atraerás, o repelerás, pero todo Serra REAL, no políticamente correcto. Espera reacciones adversas, el mundo no gusta de quien se hace independiente emocionalmente. Y disfruta de la gran y apetitosa cosecha de mentes jóvenes y abiertas, de cuerpos activos y libres, de intereses abiertos a un mundo del interior y no del exterior. Se tu mismo, y sobre todo ENSEÑALO, y dentro y fuera de Internet todo será mas fácil para encontrar a quien de hecho lleva tiempo esperando que te decidas.
A veces el amor es una invitación no reprimida. A veces es simplemente permitir que te inviten.

Las paginas de contactos no son mejores ni peores que la realidad, solo su espejo. Pero nos han enseñado algo que la realidad no podía imaginarse. Cuando el anonimato nos oculta, sale la verdadera esencia que en cada uno esta por revelarse. Así que si buscas esa esencia en la realidad, habrás llegado a un lugar nuevo, un estado diferente. Si todo es sincero, el dolor duele menos porque solo es parte del camino.

Y el camino siempre avanza, quieras o no tomarlo, quieras o no aceptarlo. Así que usa la banda ancha en tu vida, y tu velocidad de descarga de felicidad dejara al adsl corto muy pronto. Nos vemos en el chat...

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Añado ahora, despues de 3 años y con algo mas de experiencia en internet y la distancia que me separa de aquel momento de primeros contactos...

No hay diferencia alguna entre las amistades que hice a traves de internet y las que se generaron en vivo y en directo. Si he de decir algo, en todo caso, es que mis amistades virtuales nunca me defraudaron porque me conocieron sin interpretaciones desvirtuadas por sus prejuicios. En cambio, la maldita mascara presente en toda interaccion social ha estropeado mas de una amistad "real", y todo por no preguntar y presuponer constantemente las motivaciones de mis actos o mis palabras.

De ello saco como conclusion que la verdadera ventaja de hacer amigos por internet es que se suele preguntar mucho mas que en la vida real. Y por tanto deduzco que la falta de preguntas, las suposiciones y las proyecciones automaticas de lo que creemos que el otro desea, es lo que provoca la mayoria de conflictos entre amigos que se ven a diario. Ojala preguntemos cada dia mas a las personas que valoramos y queremos, y que les dejemos expresarse antes de interpretarles. Asi comenzariamos a conocerles de verdad en lugar de esperar que sean como nosotros queremos que sean...