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viernes, junio 18, 2010

Pequeñas cosas

A mi siempre me gustaron. Creo que el primero en inculcarme el cuidado con ellas, con muy buen criterio, fue mi abuelo. Le encantaban las fabulas de Esopo y Samaniego, y de mis primeros recuerdos de infancia le recuerdo recitandolas de memoria, tal era su conocimiento de esas historias de pequeños actos, de pequeñas cosas que cambian las vidas de la gente. Le gustaba la poesia, la rima sencilla y humilde, sin pretensiones, que como un ritmo de acompañamiento daba a las ideas de las fabulas un sabor mas dulce que el de un simple consejo repetido. Los refranes populares tambien caian en esta categoria, aunque en ocasiones no por populares eran mas sabios.

Hay refranes y refranes, y fabulas y fabulas. Nunca me gustaron las que ensalzaban la picaresca o el engaño. Las que ponian por delante al picaro, al aprovechado que usando a los tontos conseguia ventaja. Las fabulas que me gustaban eran aquellas en las que los protagonistas pecaban de soberbia o de ego, y la realidad les daba con la puerta en las narices de su ambicion.

Tambien me gustaban las fabulas o los cuentos que hablaban de la amistad. Siempre idealice ese vinculo, para mi muy especial. Habia un cuento acerca de dos amigos, en el cual uno se sacrifica por el otro, comiendo algo envenenado que estaba destinado a su compañero. El amigo que es protegido se enfada al presenciar lo que cree un acto de gula y egoismo, para arrepentirse de su poca capacidad de vision al descubrir la verdad.
Hay una historia acerca de un rey y su mascota que es similar, en la que un rey mata a su fiel halcon que le impedia beber de un arroyo en la montaña, envenenado por una serpiente muerta en su nacimiento. El rey descubre la fidelidad de su halcon demasiado tarde.

Esas historias siempre me conmovieron porque he tratado de demostrar amistad en muy diversas ocasiones a lo largo de mi vida, y en muchas de ellas me he encontrado con los muros de la desconfianza, inexpugnables y erizados de sospechas sobre cualquier buena intencion de lo ajeno. Como nos enseñan que lo desconocido es malo, y que es preferible no arriesgar, vamos por la vida enterrando nuestro corazon cada vez debajo de mas piedras. Y luego ni la lluvia ni el sol lo haran crecer, porque a la sombra esta protegido, pero nunca disfrutara de un amanecer en verdadera compañia.

Al final tuve que aprender, en agridulce soledad, que lo que deberian haberme enseñado es a arriesgar mas, y a reflexionar tambien mucho mas sobre cada riesgo y cada paso avanzado en el camino. De mi abuelo aprendi a no tener miedo a quemarme, sino a temer no aprender cada vez que me quemo. Aprender no es lograr grandes adelantos, es dar pequeños pasos pero muy firmes, muy conscientes y muy atentos para que cuando llegue el inevitable resbalon podamos encontrar rapidamente la forma de volvernos a poner en pie, y sobre todo para no pisar dos veces en falso.

La imaginacion humana esta infravalorada, infrautilizada y se trata de arrinconarla por una estructura de consumo que pretende dirigir sus anhelos. Resolver las caidas que la vida nos suministra como medio infalible de grabar en nuestro cerebro emocional lo importante es una funcion mas de la imaginacion, que si atrofiamos mediante la solucion facil de dejar que otros la tengan por nosotros, queda anulada y consumida. Cuando leia esas fabulas y aprendia valores con ellas, tambien estimulaba mi imaginacion para enfrentarme a retos similares. Nunca agradecere lo suficiente a todas las personas que cuando era pequeño tenian el poder de hacerlo, que me inculcasen la aficion por la lectura y el interes por lo humanista que se desperto en mi en aquella epoca.

Se que soy mejor persona gracias a estas pequeñas cosas. Se que he ayudado en la medida de mis posibilidades a algunas grandes personas en mi camino, gracias a estos valores aprendidos y representados en la imagen de mi abuelo y todos aquellos que fueron un ejemplo en mi infancia. Asi que mi tributo solo puede ser uno, tratar de continuar divulgando esos valores, esa confianza y esa forma de ver el riesgo como un acto vital y necesario, si va acompañado de reflexion y responsabilidad, porque es la manera que creo es mas adecuada para hacerlo. Es posible que me lleve algunas sorpresas por el camino, y no todas sean agradables. Pero lo que tengo claro es que no hare daño a nadie y quizas ayude a alguien al intentarlo.

En algunas ocasiones me he preguntado si de verdad ayudaremos a alguien o en realidad esta ya todo decidido, y las personas no evolucionan, sino que se enquistan en una forma de ser y con eso les es suficiente. Pero he visto demasiados ejemplos de personas que estaban mal cuando las conoci y luego crecieron, se dieron cuenta de lo importante que era cuidar su interior tanto como su exterior, me escucharon y se escucharon de verdad a si mismas, y en todos los casos en los que hubo un autentico interes por crecer y una sincera intencion de tener la mente abierta, he sentido que la evolucion se producia. Yo he crecido muchisimo gracias a eso tambien. He visto a personas de un valor incalculable que se menospreciaban y se descuidaban, maltratando su cuerpo y sus sentimientos con ideas autodestructivas basadas en la simple ignorancia de todo lo que de verdad valian. Esas personas solo necesitaban a alguien sincero a su lado que les dijese que todo puede mejorar, que todo puede ser un ejemplo del que aprender, que no existen errores irremediables, sino callejones sin salida de los que aprender, y salir a tiempo por donde se entro en ellos...

No me considero un psicologo, ni en realidad nadie mas especial que el resto. Como dice el chojin, "nunca me he creido excepcional, pero esto si lo es, lo que hago...". Y aunque se que hay muy buena gente, mucho mejor que yo, por el mundo, yo me siento tambien parte del equipo. Siento que participo, que ayudo, que me involucro con las personas que he conocido en mi vida, que las ayuda mi presencia fisica, virtual o al otro lado del telefono. Y me llena vivir de esa manera, sentirlo a mi forma, vivirlo a mi modo sin que me importe lo que piensen de ello los demas. De alguna forma en las fabulas que mi abuelo me leia, siempre estaba implicito ese argumento. No importa lo que piensen los demas, no importa siquiera que al que estas ayudando no piense que le estas ayudando. Si tu estas convencido de que lo haces por amor, con cariño y sin otra intencion que ayudar, hazlo. Haz lo que sea, arriesga, tirate a la piscina o al mar para salvar a esa persona que se ahoga sin saberlo. Atate una cuerda si quieres para no perderte, pero no dejes de lanzarte a la menor oportunidad. La vida esta llena de espectadores, pero yo prefiero ser el tonto del que se rien por tratar de ayudar a los demas, que el listo que jamas se mojara por nadie, ahorrandose sufrimientos, decepciones... y la alegria de sentirse util y vivo, y compartir con sencillez con los demas un camino que no esta escrito para nadie, que cada uno lo quiera admitir o no, es capaz de reinventar cada mañana, con cada acto y con cada nueva decision...

Hoy me levante tarde, lo admito. Pero me puse mis calzoncillos de Mr. Happy. (conocida marca en el chino en el que compraba la ropa interior). Asi que estoy feliz y sonriendo mientras escribo todo esto. Hace sol, la gente vive sus vidas, sufre y ama, vegeta o es consciente. Algunos van sonriendo por la calle, otros solo enseñan una cara enfadada y eso mismo les responde la vida. Algunos se besan, se saludan y se sonrien. Solo son pequeñas cosas, y yo soy simplemente otro testigo y complice de todas ellas. Y aqui las comparto con todos, o con nadie, pero principalmente conmigo mismo. Y el mundo esta invitado siempre a mi fiesta particular. Feliz viernes a todos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tomado prestado de un gran hombre para otro gran hombre:

Uno se cree
que las mató
el tiempo y la ausencia.
Pero su tren
vendió boleto
de ida y vuelta.

Son aquellas pequeñas cosas,
que nos dejó un tiempo de rosas
en un rincón,
en un papel
o en un cajón.

Como un ladrón
te acechan detrás
de la puerta.
Te tienen tan
a su merced
como hojas muertas

que el viento arrastra allá o aquí,
que te sonríen tristes y
nos hacen que
lloremos cuando
nadie nos ve.

Un beso para ti (Wookie)

Luis dijo...

Gracias por tanto cariño.
Es una poesia un poco triste, pero combina con este lunes gris.

Aun asi, todo lo triste puede animarse. Esa ultima parte, esa en la que lloramos cuando nadie nos ve..

Yo creo que cuando aprecias a alguien de verdad, cuando le quieres sinceramente e incondicionalmente, siempre le ves. Le ves en su soledad y en su tristeza, le acompañas en sus momentos oscuros en los que solo quiere meterse bajo el edredon y sentirse fatal, y le piensas y le haces compañia con tus emociones aunque no lo sepa.

Es muy posible que la compañia fisica sea necesaria para ayudar a alguien a quien quieres a superar un momento de bajon. Pero el amor sin esa otra compañia, la de pensar en el otro y acompañarlo en cualquier circunstancia, no es amor para mi.

Asi que considero que si nos quieren de verdad, en el fondo nunca estamos solos, nunca lloramos cuando nadie nos ve. Pero ser consciente de eso es complicado en ocasiones.

Ojala muchas personas se dieran cuenta de esto, porque su camino seria mas sencillo de andar.

Otro gran beso y abrazos para ti...